Skateboard Rip N Dip Hell Racer

Cuando Ryan O’Connor fue a un campamento de skate en Ohio en 2009, se dio cuenta de que quería que su tabla fuera única. Y adornó la suya con las palabras «RIP ‘N’ DIP» y así nació una nueva marca. No pasó mucho tiempo hasta que los niños del campamento empezaron a hacer lo mismo con sus propias tablas. Ryan vio su oportunidad y al año siguiente volvió con unas cuantas camisetas de Rip N Dip. Se vendieron como caramelos a la salida de un colegio. Así se había asegurado su primera victoria y, al mismo tiempo, su primera máquina de serigrafiado. El garaje de Ryan se convirtió en su lugar de trabajo y serigrafiaba cualquier camiseta que cayera en sus manos con dibujos y estampados que él mismo diseñaba, repartiendo las nuevas camisetas de Rip N Dip a skaters en los skate parks con sus amigos.